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Para Adolescentes

Cáncer: aspectos fundamentales

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La mayoría de las personas no asocian el cáncer con los adolescentes porque es más común en los adultos. Probablemente conozcas a alguien que ha tenido cáncer, como un pariente mayor o un amigo de la familia.

Pero los adolescentes también pueden tener algunos tipos de cáncer. Lee este artículo para obtener información sobre el cáncer y su tratamiento.

¿Qué es el cáncer?

La palabra cáncer en realidad hace referencia a muchas enfermedades, no solo a una. De hecho, existen más de 100 tipos de enfermedades que se agrupan bajo la palabra "cáncer". Lo que todas ellas tienen en común es el crecimiento exagerado de las células, que son pequeñas unidades que conforman a los seres vivos. El cáncer (también denominado neoplasia maligna) aparece cuando las células comienzan a crecer y multiplicarse de manera descontrolada.

Las células normales del cuerpo crecen y se dividen durante un período de tiempo, hasta que finalmente mueren. Pero las células cancerígenas continúan creciendo y dividiéndose sin parar. Con el tiempo, se agrupan y forman tumores. Los tumores son bultos que pueden interferir con los procesos normales del cuerpo. A veces, las células de un tumor se descomponen y se trasladan a un tejido o un órgano diferente. Esto recibe el nombre de metástasis.

Si bien la palabra puede causar miedo, la mayoría de los cánceres se pueden tratar y controlar, y muchas personas con cáncer mejoran y llevan una vida normal.

¿Cómo aparece el cáncer?

Nadie sabe bien por qué algunas personas tienen cáncer. Los científicos e investigadores están trabajando para descubrir por qué algunas personas desarrollan cáncer y otras no. Esto los ayudará a saber si es posible prevenir el cáncer.

Los médicos tienen algunas ideas acerca de los motivos por los cuales las personas pueden tener cáncer. Los principales motivos son la genética y ciertos desencadenantes ambientales y de conducta.

Se cree que la tendencia a desarrollar algunos tipos de cáncer es hereditaria; es decir, los genes con los que naciste tal vez tengan una predisposición al cáncer. Por ejemplo, si un pariente cercano tuvo cáncer de mama o de colon, podrías tener más probabilidades de heredar esta tendencia y desarrollar estos tipos de cáncer, aun cuando nunca los padezcas.

Algunos desencadenantes ambientales y de conducta pueden provocar cambios en las células del cuerpo que las hacen proclives a convertirse en cancerosas. Por ejemplo, se sabe que el cigarrillo aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Exponerse demasiado al sol puede aumentar el riesgo de cáncer de piel. Estos tipos de desencadenantes actúan lentamente y con el paso del tiempo en el cuerpo; es decir, que los cánceres que provocan tal vez no aparezcan hasta que la persona sea adulta. Este es uno de los motivos por los cuales los adolescentes no tienen los mismos tipos de cánceres que los adultos.

Los médicos saben a ciencia cierta que el cáncer no es contagioso. Por lo tanto, no debes preocuparte del contagio (aunque algunas personas con ciertas enfermedades infecciosas, como SIDA o hepatitis son más vulnerables a algunos tipos de cáncer). El cáncer tampoco es culpa de nadie. Simplemente no es cierto que una persona puede haber hecho algo mal para enfermarse.

¿Cómo sabe la gente que tiene cáncer?

El primer signo de cáncer es un síntoma: una señal de que algo no está bien. Existen muchas señales diferentes que indican que una persona puede tener cáncer, del mismo modo que hay muchas formas diferentes de esta enfermedad. Algunos de los síntomas más comunes de cáncer son los siguientes:

  • agotamiento
  • inflamación o bultos en algunas partes del cuerpo, como el abdomen o el cuello
  • dolores de cabeza
  • visión borrosa
  • náuseas
  • problemas para caminar o de equilibrio
  • más infecciones
  • hemorragias inusuales

Tú eres el único que sabe cómo funciona tu cuerpo y cómo te sientes cuando estás sano. Si no te has estado sintiendo bien, lo más conveniente es que se lo digas a un adulto que pueda asegurarse de que veas a un médico para que evalúe tus síntomas. El cáncer, al igual que la mayoría de las enfermedades, es más fácil de tratar si se detecta de forma precoz. Por lo tanto, si tienes alguna duda, es mejor que te examinen.

Si el médico cree que puedes tener cáncer, pedirá varios exámenes. Entre ellos, podría haber análisis de sangre (se examinan las células sanguíneas en un microscopio para detectar anomalías), radiografías o una resonancia magnética (un estudio que puede servir para detectar tumores.

Los médicos que se especializan en el tratamiento del cáncer reciben el nombre de oncólogos. Con frecuencia, recurren a una biopsia para diagnosticar el cáncer. En este procedimiento, el médico extrae una pequeña muestra de tejido para examinarla a fin de detectar células cancerígenas.

¿Cómo tratan el cáncer los médicos?

La mayoría de los cánceres se pueden tratar; en especial, los tipos de cáncer más frecuentes en los adolescentes. La cantidad de personas que vencen al cáncer es cada vez mayor porque existen nuevos tratamientos contra el cáncer.

Los tres métodos comunes para tratar el cáncer son los siguientes: cirugía, quimioterapia y radiación. Como el cáncer es diferente en cada paciente, el plan de tratamiento se diseña de manera exclusiva. Algunas personas con cáncer tal vez reciban alguno de estos tratamientos o una combinación de ellos.

En la cirugía, se extrae el tejido canceroso. Según la ubicación del cáncer, la cirugía puede ser simple o compleja, y puede ser un procedimiento ambulatorio (en el que el paciente sale del hospital el mismo día) o requerir que la persona permanezca internada en el hospital. En general, el cirujano extrae el tejido canceroso junto con una pequeña cantidad de tejido sano de alrededor para asegurarse de quitar todo el cáncer e impedir que se extienda.

El tratamiento del cáncer con medicamentos recibe el nombre de quimioterapia. Ciertos tipos de cáncer responden bien a la quimioterapia, que se puede administrar sin necesidad de que el paciente se interne. Las personas que reciben quimioterapia tal vez sientan náuseas, fatiga, pierdan el cabello o sufran otros efectos secundarios. Algunos de estos efectos aparecen porque los medicamentos de la quimioterapia pueden destruir algunas células sanas en el proceso de eliminar a las malignas. Con el tiempo, estas células sanas comenzarán a crecer nuevamente y la mayoría de los efectos secundarios desaparecerán.

La radiación, o radioterapia, es otro método para el tratamiento del cáncer. Las personas que reciben radiación para el cáncer probablemente sean tratadas por un oncólogo radiólogo, un médico especializado en el uso de la radiación para eliminar las células cancerosas. Los equipos de radioterapia emiten potentes rayos X o electrones de alta energía hacia la zona del cuerpo afectada por el cáncer. Después de varias dosis de alto nivel de radiación, muchos tumores cancerosos se achican o desaparecen.

La radioterapia suele ser indolora, pero puede haber algunos efectos secundarios, como fatiga, náuseas, vómitos o diarrea. Algunos pacientes se quejan porque sienten como si el sol hubiese quemado la zona de la piel sobre la que se aplican los rayos. Pero la mayoría de estos efectos secundarios son temporales.

Afrontar el cáncer y recuperarse

Afrontar el cáncer y los tratamientos contra el cáncer puede alterar enormemente la vida de una persona durante un tiempo. Las personas con cáncer suelen necesitar mucho apoyo para ocuparse de las cosas que tienen que hacer. Por ejemplo, los adolescentes con cáncer tal vez necesiten la ayuda de un tutor en el hogar para hacer el trabajo escolar y los adultos con cáncer tal vez necesiten ayuda con las tareas del hogar o sus trabajos. Y muchas personas acuden a psicólogos o consejeros profesionales para afrontar el aspecto emocional de un problema de salud.

Tal vez escuchen que los médicos hablan acerca del pronóstico de las personas con cáncer. El pronóstico es un cálculo de cuán bien está funcionando el tratamiento y qué probabilidades existen de que el cáncer vuelva a aparecer.

Después de una cirugía o de un tratamiento por radioterapia o quimioterapia, el médico ordenará pruebas para saber si el cáncer sigue allí. Si no hay ningún signo de cáncer en el cuerpo, significa que está en remisión. Cuando una persona con cáncer va a un hospital para recibir tratamiento, su objetivo principal es lograr la remisión de su cáncer. A veces, puede resultar necesario un tratamiento adicional, como quimioterapia, durante un tiempo para mantener a la persona en remisión e impedir que las células cancerosas vuelvan a aparecer.

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