Trasplante de riñón
¿Qué es un trasplante de riñón?
Los riñones son unos órganos de importancia vital que filtran la sangre para eliminar del cuerpo los productos de desecho, el exceso de líquido y las sales. Cuando los riñones dejan de funcionar, esto se conoce como una insuficiencia renal. Las personas con insuficiencia renal se deben someter a diálisis o a un trasplante de riñón.
Un trasplante de riñón es una operación donde los médicos colocan un nuevo riñón en el cuerpo de una persona cuyos riñones han dejado de funcionar. Un solo riñón sano desempeñará la función de los dos riñones que han dejado de funcionar.
Puesto que la gente puede vivir con un solo riñón, una persona viva puede donar un riñón sano a otra persona con insuficiencia renal. Esto se llama ser un donante. Un riñón también puede proceder de un donante que ha muerto hace poco, pero la espera en este tipo de donaciones de riñón puede ser de un año o más.
La mayoría de los trasplantes de riñón dan buenos resultados. La gente que se somete a un trasplante de riñón tendrá que tomar medicamentos durante el resto de la vida para impedir que su cuerpo rechace el riñón trasplantado. Rechazar un riñón significa que las células inmunitarias del cuerpo destruyen el nuevo riñón porque lo perciben como "extraño" o impropio del cuerpo.
Pero, aparte de esto, muchos niños y adolescentes que se someten a trasplantes de riñón llevan vidas normales y sanas después de recuperarse de la operación.
¿Cuáles son los distintos tipos de trasplante de riñón?
Hay dos tipos de trasplante de riñón, dependiendo de quién dona el riñón.
Un trasplante de donante vivo consiste en que el niño recibe un riñón procedente de una persona viva que se encuentra bien. Los donantes vivos suelen ser parientes o muy buenos amigos del receptor del trasplante, pero a veces hay donantes vivos que no conocen al receptor.
Un trasplante de donante muerto ocurre cuando una persona fallecida estaba de acuerdo en donar sus riñones, o lo están sus padres o tutores. Este tipo de trasplante requiere que la gente que necesita un riñón se inscriba en una lista de espera de riñones hasta que se encuentre a un donante adecuado.
¿Qué ocurre antes de un trasplante de riñón?
Si su hijo necesita someterse a un trasplante renal, lo primero que deberá hacer es visitar un centro de trasplantes. El equipo médico que atiende a su hijo le hará una evaluación médica para asegurarse de que esté lo bastante sano como para someterse a la operación y tolerar los medicamentos que deberá tomar de por vida después del trasplante. Esto incluirá hacerse análisis de sangre, radiografías y otras pruebas, que pueden tardar de pocas semanas a meses.
Si el equipo médico decide que su hijo es un buen candidato para someterse a un trasplante, el siguiente paso consistirá en buscar un riñón. En la mayoría de los casos de donantes vivos, el riñón procede de un pariente cercano o de un amigo que tiene un grupo sanguíneo compatible con el del receptor.
Si no se consigue encontrar a un donante vivo, deberá inscribir el nombre de su hijo en la lista de espera de riñones hasta que se encuentre un riñón de un donante muerto que sea compatible con su hijo. La cantidad de riñones que se necesitan es muy superior a la cantidad de riñones que se donan, por lo que la espera puede ser larga.
Usted estará en estrecho contacto con los médicos de su hijo y el resto del equipo que lo lleva. Asegúrese de que el equipo sepa cómo ponerse en contacto con ustedes en todo momento. Cuando localicen un riñón adecuado para su hijo, ustedes deberán dirigirse de inmediato al centro de trasplantes.
Mientras esperan la llegada del trasplante, ayude a su hijo a mantenerse lo más sano posible. Así, estará preparado para recibir el trasplante cuando llegue el momento. Ayude a su hijo a hacer lo siguiente:
- seguir cualquier recomendación dietética especial o restricción dietética que les haya indicado el médico, el enfermero o el dietista
- tomarse todos los medicamentos siguiendo las indicaciones de sus médicos
- acudir a todas las visitas médicas que tenga programadas
Explíqueselo al equipo de trasplantes cuanto antes si ocurre algún cambio en la salud de su hijo o si tienen pensado alejarse de su domicilio a una distancia que implique viajar durante más de 2 horas.
¿Qué ocurre durante un trasplante de riñón?
Los médicos extraerán a su hijo una muestra de sangre para hacerle una prueba de compatibilidad cruzada en busca de anticuerpos. Esta prueba se hace para saber si el sistema inmunitario de su hijo aceptará el riñón donado. Si la prueba ofrece un resultado negativo, significa que el riñón es compatible y que su hijo lo puede aceptar. También le harán a su hijo otras determinaciones en el análisis de sangre, una radiografía y un EKG (o ECG) antes del trasplante. Y le darán líquidos por VI como preparación para la operación.
En el quirófano, su hijo recibirá anestesia general para estar dormido a lo largo de toda la operación. El cirujano hará un pequeño corte en la parte inferior del vientre de su hijo, justo por encima de las caderas. Colocará el nuevo riñón en su lugar y unirá los vasos sanguíneos del riñón (arterias y venas) a los vasos sanguíneos de la parte inferior del tronco de su hijo. También conectará los uréteres del nuevo riñón (los tubitos que trasportan el pis) hasta la vejiga de su hijo.
En la mayoría de los casos, los riñones del niño se dejan en su sitio. No se extraen del cuerpo a menos que causen problemas, como hipertensión arterial (tensión arterial alta) o infecciones frecuentes. Las operaciones de trasplante de riñón suelen durar aproximadamente de 4 a 6 horas. Si su hijo necesita más de un órgano (como en un trasplante combinado de hígado y riñón), la operación durará más tiempo.
¿Qué ocurre después de un trasplante de riñón?
Después de un trasplante de riñón, su hijo pasará una semana o dos en un hospital para recuperarse. Su equipo médico lo observará atentamente para asegurarse de que no presenta problemas tras la operación, como hemorragias o infecciones.
Tanto usted como su hijo aprenderán sobre los medicamentos que este último necesitará tomar para impedir que su cuerpo rechace el riñón trasplantado. Estos medicamentos se llaman inmunodepresores. Tomarlos hace a los niños más proclives a contraer infecciones, sobre todo en los días inmediatamente posteriores a la operación. O sea que mantenga a su hijo bien alejado de las personas enfermas. Todas las personas que vivan con su hijo deberán lavarse las manos a fondo y con frecuencia.
Durante el primer par de meses posteriores a la operación, verán al médico a menudo para asegurarse de que el nuevo riñón está funcionando bien. Si su hijo tiene fiebre, diarrea, menos energía o presenta un cambio en la cantidad de pis que está orinando, contacte con su equipo de trasplante de inmediato. Podrían ser signos de que el cuerpo de su hijo está rechazando el riñón o de que tiene una infección.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Tener una afección crónica puede ser muy duro para un niño. La diálisis, la operación y la medicación inmunodepresora se suman al estrés. Hable con su hijo sobre estos cambios y sobre cómo los incluirán en sus rutinas. Asegúrense de reservar tiempo para hacer cosas divertidas estando todos juntos con su familia y amigos.
Para un adolescente, tener que tomar medicación inmunodepresora puede ser todo un reto. Estos medicamentos pueden causar:
- acné o empeoramiento del acné
- ganancia de peso
- cambios de humor
- problemas para dormir
- caída del cabello
Muchos de estos efectos secundarios mejoran con el tiempo. Pero son el principal motivo de que muchos adolescentes dejan de tomar estos medicamentos después del trasplante. Se trata de algo muy peligroso porque puede llevar a rechazar el nuevo riñón. No permita que su hijo cambie la dosis o deje de medicarse sin hablar antes con su equipo médico. En algunos casos, se puede cambiar de medicamento para aliviar los efectos secundarios de una forma segura y eficaz. Hable con su hijo sobre la importancia de que tome todos sus medicamentos siguiendo las indicaciones de sus médicos, y ayúdele a hacerlo.
Para ayudar a su hijo:
- Anímelo a hablar con usted.
- Si su hijo necesita más apoyo, pida hora de visita con un psicólogo o terapeuta.
- Busque un grupo de apoyo para su hijo. Los grupos de apoyo son un recurso importante para ayudar a niños y adolescentes a aliviar el estrés y a conectar con otras personas que están afrontando desafíos similares. Entre los recursos en línea, se incluye Transplant Living (Vivir con un trasplante).
- Busque apoyo también para usted. Puede ayudar hablar sobre lo que siente con otras personas que saben por lo que está atravesando. Pregunte al equipo de trasplante de su hijo si conoce grupos de apoyo para las familias.
- Comente cualquier duda o problema que tenga con el equipo de trasplante de su hijo.
Reviewed by: Cathy C. Ramage, APRN
Date Reviewed: Nov 5, 2022