El asma es una afección pulmonar que causa dificultades para respirar. 

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El asma afecta a los bronquios, también conocidos como vías respiratorias. Cuando una persona respira con normalidad, el aire le entra por la nariz o la boca, luego pasa por la tráquea, atraviesa los bronquios para llegar a los pulmones y, finalmente, vuelve a salir al exterior. 

Pero las personas con asma tienen las vías respiratorias inflamadas. Esto significa que se les hinchan y que fabrican muchas mucosidades espesas. Las vías respiratorias también son demasiado sensibles, o hiperreactivas, a ciertas cosas, como el ejercicio físico, el polvo o el humo de los cigarrillos. Esta hiperreactividad hace que el músculo liso que rodea las vías respiratorias se tense. 

La combinación de la inflamación de las vías respiratorias y de la tensión muscular estrecha las vías respiratorias y dificulta el paso del aire. Cuando una persona tiene mucho resuello, hace "pitos" al respirar, tiene tos y/o le falta el aliento, se dice que tiene una crisis asmática, o ataque de asma. 

Tenga en cuenta

Nadie sabe exactamente cuál es la causa del asma.  Se cree que es una combinación de factores ambientales y genéticos (hereditarios). El asma no tiene cura, pero se suele poder controlar y prevenir sus crisis. Aunque los medicamentos pueden desempeñar un papel fundamental en la prevención de las crisis, también es muy importante el control ambiental (evitar el contacto con los alérgenos o irritantes que provocan las crisis). 

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