El espíritu deportivo ocurre cuando las personas que están practicando u observando un deporte se tratan con respeto. Esto incluye a los jugadores, a los padres, a los entrenadores, a quienes deben hacer cumplir las reglas y a los simpatizantes.
Los niños tal vez no sepan cómo demostrar que son buenos deportistas; por eso, depende de los padres y los entrenadores dar el buen ejemplo.
Antes de que los niños acudan a su próxima práctica o juego, anímelos a hacer lo siguiente:
Los niños aprenden a desarrollar el espíritu deportivo gracias a los adultos presentes en sus vidas, especialmente sus padres y entrenadores. En cuanto su hijo comience a practicar deportes, es importante que sea un modelo positivo de conducta. Los equipos en los que juegue su hijo deben tener entrenadores que fomenten el espíritu deportivo.
Muchos de los consejos que puede darles a los niños cuando practican deportes también se aplican a usted cuando lo mira desde fuera de la cancha:
Brinde su apoyo. Aplauda las buenas jugadas, sin importar quién las haga. Haga comentarios alentadores en lugar de criticar. Felicite a los ganadores, aunque sean del otro equipo. Si está preocupado por algo, hable en privado con el entrenador o con quien hace cumplir las reglas.
Ofrezca su ayuda para que los niños mejoren. Después de una competencia, no se centre en quién ganó o quién perdió. Por el contrario, intente preguntar: "¿Qué hiciste bien durante el partido?", "¿Hay algo que quisieras haber hecho mejor?". Si su hijo siente que hay algo que podría haber hecho mejor, ofrézcale trabajar juntos en eso antes del siguiente partido.
Busque ejemplos de buen espíritu deportivo. Cuando un deportista profesional sea respetuoso hacia otro deportista, señáleselo a sus hijos. También hable de los malos ejemplos y explíqueles por qué le desagradan.
Si usted es entrenador del equipo de su hijo, sea justo y positivo, y aliente a todos los jugadores a hacer lo mismo.
Anime y elogie a todos los jugadores por formar parte del equipo, sin importar su nivel de destreza.
Destaque los momentos en los que los niños demuestren buen espíritu deportivo. Si destaca los ejemplos positivos en tiempo real, anima a los demás niños a actuar de forma similar.
Los padres y los entrenadores que ponen el énfasis en el espíritu deportivo ayudan a los pequeños deportistas a aprender a respetarse y autocontrolarse. Estas habilidades pueden ayudarlos a manejar otros aspectos de sus vidas y los ayudan a convertirse en adultos maduros, respetuosos y exitosos.
Reviewed by: Margaux J. Barnes, PhD
Date Reviewed: Oct 1, 2023
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