También llamado: Depresión estacional
Un trastorno afectivo estacional (TAE) es una depresión que ocurre solo en un período específico del año. Los niños y adolescentes con un trastorno afectivo estacional suelen deprimirse en el otoño o el invierno, cuando los días son más cortos y oscurece más temprano. Una vez que hay más horas del día con luz, los síntomas desaparecen.
Al igual que con los demás tipos de depresión, el trastorno afectivo estacional puede causar:
Estos síntomas suelen ocurrir únicamente en los momentos del año con menos horas de luz solar durante el día. A medida que las estaciones cambian y los días vuelven a ser más largos, los niños y adolescentes con trastorno afectivo estacional tendrán un mayor nivel de energía y más esperanza.
La causa precisa del trastorno afectivo estacional no es clara, pero el cerebro de algunos niños y adolescentes reacciona de manera diferente cuando el día tiene menos horas de luz solar.
La luz del día afecta a dos sustancias químicas presentes en el cerebro: la serotonina y la melatonina. Cuando hay sol, el cerebro produce más serotonina. Los niveles elevados incrementan los sentimientos de felicidad y bienestar. Los niveles bajos llevan a la depresión. Cuando está oscuro, el cerebro también produce más melatonina. Los niveles elevados hacen que una persona sienta sueño y tenga menos energía.
Los días más cortos y con más horas de oscuridad durante el otoño y el invierno pueden reducir el nivel de serotonina y elevar el de melatonina. Esto hace que sea más probable una depresión.
Hable con el médico si cree que su hijo sufre de trastorno afectivo estacional. Para diagnosticarlo, los médicos hacen preguntas y escuchan. Con un control médico es posible saber si los síntomas se deben al trastorno afectivo estacional o si tienen otra causa.
Si a un niño o adolescente se le diagnostica trastorno afectivo estacional, el médico puede recomendar uno o más de estos tratamientos:
Pasar más tiempo al aire libre durante las horas de luz suele ser suficiente para mejorar el trastorno afectivo estacional. Basta con dar un paseo diario o hacer ejercicio físico al aire libre. Las bombillas de luz de espectro completo que se usan en lámparas ordinarias pueden ayudar a traer un poco más de luz natural en los interiores durante los meses de invierno, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas leves.
Esta terapia puede ayudar a tratar los síntomas más graves. Se coloca un panel o un artefacto lumínico especial sobre una mesa o escritorio y la persona se sienta frente a él durante 45 minutos por día. Los síntomas tienden a mejorar en unos pocos días o semanas. La persona puede usar esta luz hasta que vuelva a haber suficiente luz natural al aire libre.
Hablar con un terapeuta puede ayudar a los niños y adolescentes a trabajar los pensamientos y sentimientos negativos que acompañan a la depresión. También puede ayudarlos a comprender qué es el trastorno afectivo estacional y cómo prevenirlo. La terapia cognitivo conductual es otro de los tipos útiles y frecuentes de terapia para la depresión.
Es posible que los médicos receten medicamentos, como antidepresivos, que pueden ayudar a equilibrar las sustancias químicas del cerebro.
Si a su hijo pequeño o adolescente le diagnostican un trastorno afectivo estacional, comience por hablar del tema. Pregúntele a su médico cómo puede brindar su apoyo. También puede hacer lo siguiente:
Si su hijo pequeño o adolescente tiene un trastorno afectivo estacional, explíquele que se trata de algo estacional. Por eso, si bien podría ocurrirle todos los años, existen maneras de ayudarlo. Hable sobre la forma en que el trastorno mejorará aunque en este momento parezca difícil.
Si está preocupado por su hijo, tómelo con seriedad y hable de inmediato. También puede encontrar ayuda cuando lo desee en:
Reviewed by: Sabrina Gretkierewicz, PhD
Date Reviewed: Oct 1, 2023
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