¿Qué es la escoliosis congénita?

La escoliosis consiste en que los huesos de la columna vertebral (vértebras) no se forman con normalidad antes de nacer. El bebé puede nacer con la columna vertebral más curvada de lo normal o bien desarrollar una columna de estas características más adelante.  

De ser necesario, hay tratamientos que pueden ayudar a los niños con escoliosis congénita. 

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la escoliosis congénita?

Al nacer, un niño con escoliosis congénita puede no presentar ningún síntoma de esta afección. Cuando el niño hace un estirón alrededor de los 2 años de edad o durante la pubertad, puede presentar los siguientes signos: 

• columna vertebral más curvada de lo normal
• hombros, caderas o línea de la cintura desnivelados
• cabeza ladeada 

En contadas ocasiones, la escoliosis congénita puede causar problemas en la médula espinal o los nervios. 

Los niños con escoliosis congénita también pueden tener problemas en la manera en que se les formaron otros órganos (como el corazón, los riñones, el estómago y la vejiga) antes de nacer. 

¿Cuál es la causa de la escoliosis congénita?

Se desconoce cuál es la causa de la escoliosis congénita. Por algún motivo, mientras el bebé crecía dentro del vientre materno antes de nacer, desarrolla problemas en las vértebras, como:

• vértebras de formas inusuales 
• ausencia de algunas vértebras 
• espacios inusuales entre las vértebras

¿Cómo se diagnostica la escoliosis congénita?

Si un profesional de la salud cree que un niño podría tener una escoliosis congénita, le pedirá pruebas para estudiar su columna vertebral. Entre estas pruebas se suelen incluir las siguientes:

• radiografías
• una resonancia magnética (RM)

Es posible que el médico también pida otras pruebas, como una ecografía, para revisar posibles problemas en otros órganos. 

¿Cómo se trata la escoliosis congénita?

Los médicos que tratan los problemas relacionados con los huesos (los cirujanos traumatológicos) son quienes tratan a los niños con escoliosis congénita. Algunos niños no requerirán ningún tipo de tratamiento. Harán visitas regulares al médico para que este vea si su columna vertebral se va curvando cada vez más a medida que van creciendo. 

Habrá otros niños sí que requerirán tratamiento. Algunos tipos de escoliosis se tratan mediante corsés ortopédicos que se colocan en la espalda, pero este tipo de tratamiento no suele ayudar a los niños con escoliosis congénita. En vez de eso, los médicos suelen operar a su pacientes para enderezarles la espalda. Un cirujano puede: 

• Colocar varillas de crecimiento para enderezar la columna conforme el niño vaya creciendo. 
• Practicar una operación de fusión espinal o vertebral, enderezando la columna lo máximo posible y usando tanto varillas como tornillos para sostener la columna en su sitio. 
• Practicar una operación para expandir los huesos del pecho, lo que dejará más espacio para los pulmones en proceso de crecimiento y ayudará a mantener la columna recta. 

¿Qué más debería saber?

Los niños con escoliosis congénita suelen tener otros problemas médicos. Recibir los cuidados de otro médico especializado junto con el tratamiento procedente del equipo médico que lleva la escoliosis ayudará a muchos niños a llevar vidas saludables y activas.