La invaginación intestinal es un problema con el intestino en el que una parte del intestino se desliza en el interior de la siguiente, de forma similar a las partes de un telescopio.

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La invaginación intestinal puede causar una obstrucción intestinal, que puede provocar inflamación, hinchazón y una reducción del flujo de sangre hacia la parte de los intestinos que se ve afectada. Si no se trata, la invaginación puede causar complicaciones graves, que se relacionan de manera directa con la cantidad de tiempo que pasa desde que ocurre la invaginación hasta su tratamiento.

En general, no se sabe cuál es la causa de la invaginación intestinal. En algunos casos, se cree que el desencadenante es una infección viral. Ocurre con mayor frecuencia en niños de entre 6 meses y 2 años de edad. Después de recibir tratamiento por una invaginación intestinal, los niños suelen mejorar y no presentan complicaciones.

Tanto para diagnosticar como para tratar la invaginación intestinal, se usa un tipo de enema que contiene aire o un líquido espeso (similar a la tiza).

Tenga en cuenta lo siguiente

Las invaginaciones intestinales son una emergencia médica. Si está preocupado porque su hijo tiene alguno o todos los síntomas de las invaginaciones intestinales, como dolores abdominales de tipo cólico, vómitos, somnolencia o heces mezcladas con sangre y moco (similares a la jalea de grosella), llame de inmediato al médico o al servicio de emergencias. La mayoría de los niños se recuperan por completo después del tratamiento adecuado.

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