También recibe el nombre de: Hipotensión postural

La hipotensión ortostática es una caída anormal de la presión sanguínea que ocurre cuando una persona que está sentada a recostada se pone de pie. Esta reducción del flujo de sangre causa una falta de oxígeno en el cerebro, que a su vez provoca una sensación de desfallecimiento, mareos y, en algunos casos, un desmayo.

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El cuerpo cuenta con sistemas naturales para regular rápidamente la presión sanguínea cuando ocurre un cambio en el flujo de sangre. Sin embargo, en la hipotensión ortostática, estos sistemas naturales dejan de funcionar.

Ciertos medicamentos pueden causar hipotensión ortostática, al igual que la deshidratación debida a los vómitos, la diarrea, la diabetes sin tratar o el sudor excesivo. Las hemorragias graves, los problemas cardíacos, los trastornos del sistema nervioso y otros factores también pueden desencadenar esta afección.

Además de la sensación de desfallecimiento, una persona con hipotensión ortostática puede tener la visión borrosa y sentir náuseas, debilidad y confusión. Después de ponerse de pie, los síntomas suelen durar de solo unos pocos segundos a unos pocos minutos. Si continúan durante más tiempo o si la persona se desmaya, es posible que exista una afección subyacente que requiera tratamiento.

El tratamiento de la hipotensión ortostática puede incluir medicamentos o la incorporación de más líquidos y sal en la dieta. Pararse lentamente, usar medias elásticas y dormir con la cabeza levemente elevada también pueden ayudar a aliviar los efectos de la hipotensión ortostática.

Tenga en cuenta lo siguiente

Si bien a veces la hipotensión ortostática puede ser un indicio de un problema más grave, la mayoría de los casos se pueden tratar con éxito.

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