La depresión es un trastorno del ánimo que puede afectar a personas de todas las edades, incluidos los niños y los adolescentes.

Los principales signos de depresión son la tristeza, el desánimo, la irritabilidad o la desesperanza que duran por semanas, meses o incluso más tiempo. Otro signo de que un niño puede estar deprimido son sus pensamientos negativos. Estos incluyen centrarse en los problemas y los errores, ser muy crítico con todo, especialmente consigo mismo, y quejarse mucho.

La depresión puede interferir en el nivel de energía, la concentración, el sueño y el apetito. Los niños deprimidos tal vez pierdan el interés en las actividades y las tareas escolares, parezcan cansados, se den por vencidos con facilidad y se aíslen de sus amigos y de su familia.

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Es normal que los niños se pongan tristes, se sientan desanimados, estén irritables o decaídos de vez en cuando. Pero cuando estos sentimientos permanecen durante un largo tiempo o limitan la capacidad de un niño para funcionar normalmente, es posible que se trate de una depresión o de un trastorno similar del ánimo.

Los médicos utilizan diferentes nombres para el diagnóstico de los trastornos del ánimo. Estos trastornos del ánimo tienen en común la depresión como principal síntoma:

• La depresión mayor es un episodio de depresión fuerte o intenso de desarrollo reciente y que dura un mínimo de dos semanas
• La depresión crónica (también conocida como "distimia") es una depresión más leve que se desarrolla de una forma más gradual y dura dos años o más
• El trastorno de adaptación con ánimo depresivo es una depresión que se desarrolla como consecuencia de un acontecimiento angustioso (desde una catástrofe natural hasta la muerte de un ser querido)
• El trastorno afectivo estacional es una depresión relacionada con la exposición a la luz y aparece cuando hay menos horas de luz solar; por ejemplo, durante los meses de invierno
• El trastorno bipolar (también conocido como "depresión maníaca" o "depresión bipolar") es una afección que incluye episodios de depresión mayor que se alteran con episodios de manía
• El trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo es un patrón de berrinches frecuentes e intensos, estallidos de agresividad y enfado, y un estado habitual de irritabilidad que ha estado presente durante al menos un año en un niño mayor de 6 años

Tenga en cuenta lo siguiente

El tratamiento para los niños y los adolescentes con depresión y otros trastornos del ánimo suele incluir terapia (atención psicológica con un psicólogo u otro profesional de la salud mental). Los médicos y los psiquiatras también pueden prescribir medicamentos a los niños mayores de 8 años si consideran que es necesario. Cuando la depresión se diagnostica y se trata, los niños y los adolescentes suelen comenzar a sentirse y estar mejor.

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