También recibe el nombre de: síndrome de hipermovilidad articular; articulaciones hipermóviles; articulaciones laxas; síndrome de Ehlers-Danlos benigno.   

El síndrome de hipermovilidad articular benigna es un trastorno hereditario del tejido conjuntivo donde las articulaciones se pueden mover más allá de su rango normal de movimiento con poco esfuerzo. 

Más información

La hipermovilidad articular es la capacidad de mover las articulaciones, sobre todo los codos, las muñecas, los dedos y las rodillas, más allá de su rango normal de movimiento. Algunas personas llaman a esto como "tener articulaciones dobles". 

La hipermovilidad articular es frecuente en los niños, pero suele disminuir con la edad. De todos modos, las articulaciones de algunas personas permanecen hipermóviles incluso después de alcanzar la etapa adulta. Cuando esto ocurre en ausencia de una enfermedad subyacente, se suele deber al síndrome de hipermovilidad articular benigna, una afección genética que hace que el tejido conjuntivo sea "laxo" (cartílago, ligamentos y tendones).

Aparte de tener las articulaciones hipermóviles, las personas con este síndrome suelen tener dolor articular crónico, varices, hernias, luxaciones articulares y/o prolapso rectal (una afección donde una parte del recto desciende a través del ano). Las mujeres con este síndrome también pueden tener prolapso uterino (una afección donde una que parte del útero se desliza por el canal vaginal). 

El tratamiento de este síndrome se centra en tratar el dolor y otros síntomas a medida que van apareciendo. Esto puede implicar medicamentos o, en raras ocasiones, cirugía (operar al paciente).  Los ejercicios que fortalecen y estiran grupos musculares pueden ayudar a mantener las articulaciones más estables y disminuir la probabilidad de tener luxaciones y otros síntomas. 

Tenga en cuenta

El síndrome de hipermovilidad articular benigna no tiene cura, pero no empeora con el tiempo. En algunos casos, la hipermovilidad articular y otros síntomas de este síndrome disminuyen con la edad. El acondicionamiento muscular, los dispositivos ortopédicos protectores y evitar las actividades de alto riesgo pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir lesiones articulares. 

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