El trastorno dismórfico corporal es una afección psicológica que hace que las personas estén constantemente preocupadas por defectos o fallos imaginarios, percibidos o triviales en su aspecto físico. 

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El trastorno dismórfico corporal es una afección que implica tener obsesiones, que son pensamientos angustiosos que se inmiscuyen repetidamente en la conciencia de la persona.  En el trastorno dismórfico corporal, los pensamientos angustiosos se refieren a defectos en el aspecto físico. Por ejemplo, a las personas con trastorno dismórfico corporal les puede preocupar que su pelo sea fino, que su cara tenga cicatrices, que sus ojos no sean exactamente del mismo tamaño, que su nariz sea demasiado grande o que sus labios sean demasiado finos. El trastorno dismórfico corporal también implica compulsiones, que son cosas que una persona hace para intentar aliviar la tensión causada por los pensamientos obsesivos. 

El patrón de obsesiones y compulsiones puede alterar la vida cotidiana de los afectados. Una persona con trastorno dismórfico corporal puede acabar evitando ir a la escuela, dejar el trabajo o simplemente quedarse en casa todo el tiempo. El trastorno dismórfico corporal puede causar aislamiento social, depresión y, en casos graves, pensamientos suicidas. El trastorno dismórfico corporal debe ser tratado por un profesional de la salud mental con experiencia en esta afección. 

Por lo general, el tratamiento implica un tipo de terapia llamada cognitivo-conductual, que se centra en los pensamientos, sentimientos y comportamientos, y ayuda a corregir el patrón subyacente a la distorsión de la imagen corporal y la angustia que esta genera. A veces, el médico puede recetar un medicamento antidepresivo. 

Tenga en cuenta

Con ayuda y tiempo, es posible aliviar el trastorno dismórfico corporal. Un psicólogo o un psiquiatra con experiencia y conocimientos sobre el trastorno dismórfico corporal puede ayudar a controlar este trastorno y permitir a quien lo padece llevar una vida plena y productiva. 

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