Un absceso es una acumulación de pus que se forma cuando una parte del cuerpo responde a una infección. Un absceso cutáneo se forma cuando las bacterias se introducen bajo la piel. 

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Un absceso cutáneo ocurre cuando el cuerpo intenta combatir una infección. El sistema inmunitario envía glóbulos blancos, que se acumulan alrededor de la zona infectada y hacen que salga pus. Los abscesos cutáneos se suelen tratar drenando el pus de la zona infectada. 

Tenga en cuenta lo siguiente 

Un absceso no mejorará hasta que se drene su pus. A veces se puede ayudar a que esto ocurra de forma natural usando compresas o baños tibios junto con antibióticos. Otras veces, un médico se encargará de drenar el pus y es posible que analice una muestra para identificar qué bacteria ha causado la infección. Después de drenar el absceso, el médico puede limpiar la zona y cubrirla con una gasa o vendaje. Algunos abscesos no requieren tratamiento antibiótico después del drenaje; otros se tratan tanto con drenaje como con medicación antibiótica. 

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