Artritis
¿Qué es la artritis?
Es posible que hayas oído hablar sobre la artritis, una enfermedad que provoca dolor e inflamación en las articulaciones de quienes la padecen.
Pero, ¿no es algo que afecta solamente a las personas mayores?
La respuesta es no porque, de hecho, los niños pueden desarrollar un tipo de artritis que recibe el nombre de artritis idiopática juvenil (y también el de artritis reumatoide juvenil). "Juvenil" significa propio de la gente joven, de modo que se trata de una afección que difiere de la artritis que desarrollan las personas adultas. Los niños pueden desarrollar muchos tipos de artritis diferentes, pero la artritis idiopática juvenil es la más habitual.
Las articulaciones son los lugares donde se unen varios huesos y la artritis puede llegar a impedir que la gente mueva las articulaciones adecuadamente. La artritis idiopática juvenil afecta a niños de menos de 16 años que presentan artritis en una o en varias articulaciones.
Hay muchos problemas que pueden provocar dolor e inflamación en las articulaciones, de modo que al médico le interesará saber cuánto tiempo hace que un paciente padece este tipo de problemas. Para que la afección se pueda considerar una artritis idiopática juvenil, el niño debería presentar dolor e inflamación articular durante por lo menos seis semanas.
Siete tipos de artritis idiopática juvenil
Hay siete tipos diferentes de artritis idiopática juvenil que pueden afectar a los niños:
- sistémica
- oligoarticular
- poliarticular asociada a factor reumatoide negativo
- poliarticular asociada a factor reumatoide positivo
- soriásica
- asociada a entesitis
- indiferenciada
¿Por qué la desarrollan los niños?
Nadie sabe realmente cuál es la causa de la artritis idiopática juvenil. Algún elemento del entorno, como un virus, puede desencadenar la enfermedad en aquellos niños que ya presentaban unos genes que los hacían especialmente proclives a desarrollarla. La artritis idiopática juvenil no es contagiosa, de modo que no te la puede "pegar" o "pasar" nadie.
La artritis es una enfermedad autoinmunitaria. Normalmente, el sistema inmunitario envía glóbulos blancos para proteger al cuerpo y atacar a agentes invasores externos, como las bacterias y los virus, que podrían provocar enfermedades. Cuando un niño tiene una artritis idiopática juvenil, el sistema inmunitario se equivoca y ataca a células sanas del propio organismo como si fueran nocivas.
En vez de reconocer a las células sanas y decir: "Hola, encantado de verte", el sistema inmunitario cree que debe destruir a sus propias células sanas y libera unas sustancias químicas que las atacan. Esas sustancias químicas son las que provocan el dolor y la inflamación articular que experimenta un niño con artritis.
¿Qué hacen los médicos?
El mero hecho de que a un niño le duela una articulación no significa que padezca una artritis idiopática juvenil. Una articulación puede doler por muchos motivos diferentes, por eso es tan importante ir a la consulta del médico para aclarar cuál es el problema.
El médico te formulará, a ti y a tus padres, muchas preguntas: ¿Cuánto tiempo llevas quejándote de problemas en las articulaciones? ¿Te sientes rígido y agarrotado cuando te levantas por las mañanas o después de descansar? ¿Tienes inflamadas las articulaciones? ¿Has sufrido alguna lesión? ¿Padeces algún otro problema, como una enfermedad de Lyme, que te podría estar provocando los dolores propios de la artritis? ¿Tienes antecedentes familiares de artritis o de otra enfermedad autoinmunitaria?
Tras obtener repuestas a las anteriores preguntas, hacerte una exploración física e interpretar los análisis de sangre y las radiografías que te hayan practicado, el médico se hará una idea sobre si podrías o no padecer una artritis idiopática juvenil. Si sospecha que podrías padecer esta enfermedad, lo más probable es que te pida que vayas a un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de la artritis. Estos médicos reciben el nombre de reumatólogos.
¿Cómo se trata?
Algunos niños afectados por la artritis idiopática juvenil toman medicamentos como el ibuprofeno para controlar el dolor y la inflamación. Si padecen un tipo más grave de artritis, es posible que tengan que tomar medicamentos adicionales que alivien el dolor, reduzcan la inflamación y elentezcan el avance de la enfermedad. Algunos de estos medicamentos se toman en forma de pastillas o comprimidos, mientras que hay otros que se administran en forma de inyecciones.
Es importante que los niños afectados por la artritis idiopática juvenil mantengan sus articulaciones en movimiento. Es habitual que los niños asistan a sesiones con un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional. Estos profesionales, aparte de trabajar con sus pacientes para que muevan las articulaciones y fortalezcan la musculatura, también pueden diseñarles programas de ejercicios especiales para que se mantengan activos y que podrán poner en práctica en su casa o en la escuela.
Además de los problemas articulares, la artritis idiopática juvenil también se puede asociar a una afección denominada uveítis, una inflamación ocular que puede conllevar problemas de vista si no se trata. Es más frecuente en los niños que padecen artritis oligoarticular, pero todos los niños a quienes les hayan diagnosticado una artritis idiopática juvenil deben ir a un oftalmólogo, es decir, a un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de los problemas oculares. Si un niño tiene los ojos afectados, es posible que lo traten con gotas oculares.
Aparte de tomar sus medicamentos, un niño con artritis idiopática juvenil puede hacer otras cosas para contribuir a aliviar los síntomas de esta enfermedad:
- Si mantiene calientes las articulaciones afectadas y se mantiene activo podrá contribuir a conservar la movilidad.
- Los baños calientes le pueden ayudar a atenuar el dolor articular.
- Una manta eléctrica programable que se encienda una hora antes de que el niño se levante puede ayudar a calentar sus articulaciones para que pueda moverlas mejor.
- Algunos niños introducen las manos en un baño de una cera caliente especial, denominada parafina, que ayuda a reducir el dolor articular.
Vivir con la artritis
Los niños que padecen una artritis idiopática juvenil pueden levantarse por las mañanas muy rígidos y agarrotados. Normalmente, en cuanto se les calientan las articulaciones, se pueden mover con mayor facilidad. Por eso es posible que te des cuenta de que a las personas afectadas por la artritis idiopática juvenil les cuesta moverse a primera hora de la mañana pero parecen mejorar conforme va avanzando el día.
Es importante encontrar un buen equilibrio entre la actividad (que permite mantenerse flexible) y el descanso (algo que necesita todo el mundo). La natación es una actividad muy recomendable para un niño afectado por la artritis idiopática juvenil. Permite estirar muchos músculos y tendones diferentes al tiempo que contribuye a mantener la actividad y la flexibilidad. Es importante que los pacientes se mantengan activos incluso cuando no tienen síntomas.
A veces, los niños con artritis idiopática juvenil pueden pasar mucho tiempo, hasta meses o años, sin que les moleste la enfermedad. Pero luego vuelven a presentar algunos de sus síntomas. Esto recibe diferentes nombres: "brote", "crisis", "episodio" o "ataque". Los ataques, o reactivaciones de la enfermedad, ocurren de forma natural y no se pueden prevenir. Puede ser sumamente frustrante tener una crisis justo el día en que el niño quería hacer algo divertido, como ir a una fiesta de cumpleaños.
Si conoces a un amigo con artritis idiopática juvenil, te puedes ofrecer a llevarle los libros o a ayudarle de otras formas en caso de que lo necesite. Pero no pasa nada si a él no le gusta que lo ayuden.
La buena noticia es que muchos niños que padecen artritis idiopática juvenil la terminan superando con la edad. Los niños que padecen una artritis idiopática juvenil oligoarticular suelen evolucionar mejor que los afectados por una artritis poliarticular, pero hasta 7 de cada 10 niños con artritis idiopática juvenil poliarticular pueden no requerir tratamiento alguno durante la etapa adulta.
E, incluso cuando se les reactiva la enfermedad, casi todos los niños con artritis idiopática juvenil la pueden controlar con medicamentos y otros tratamientos, lo que significa que pueden hacer la mayoría de las cosas que hacen los demás niños de su edad.
Reviewed by: AnneMarie C. Brescia, MD
Date Reviewed: Jan 14, 2012